Cada ciudad alrededor del mundo se caracteriza por un diseño urbano específico que se va construyendo en función de las necesidades de cada sociedad; ya sean exigencias viales de peatones, automovilistas, ciclistas, o necesidades puntuales sobre los diseños urbanos de cada concentración para mejorar la movilidad en nuevas zonas habitacionales, industriales, etc., los espacios van formando su propia configuración para tener óptimo rendimiento en el uso público.
Para construir el diseño del espacio público vial que define a cada una de las ciudades, las disciplinas involucradas generaron un concepto llamado traza urbana. La traza urbana es el concepto que indica la disposición de las calles, la formación de las manzanas, y su relación con parques, plazas, etc. Estas se construyen tomando en cuenta el tipo de suelo, clima, necesidades sociales, etc., y se combinan para responder a condiciones particulares de cada espacio; en el caso de México, existen tres trazas urbanas principales que son usadas en las grandes ciudades del país:
1. Plato roto: se trata de una estructura urbana que se definió antes de la planificación, por lo que se trata de una configuración un poco desordenada.
2. Reticular: en este trazo predominan las líneas rectas atravesadas perpendicularmente por otras calles, generando una suerte de cuadrícula.
3. Anular: Este tipo de trazo urbano se construye alrededor de un punto de importancia para la ciudad; ya sean las fábricas, los centros comerciales o los conjuntos habitacionales, los puntos centrales de este tipo de trazo son definidos por los objetivos sociales y comerciales de cada ciudad.
Estos tres tipos de trazas son únicamente las principales del país y aunque existen muchas más, son tan variadas que categorizarlas sería una labor cuasi-infinita. Por ahora, es importante continuar con la organización de las trazas y con la reflexión de toda la organización urbana que predomina en nuestras ciudades para hacer de nuestros espacios públicos, un mejor lugar para todos.