El diseño urbano es la disciplina que, a grandes rasgos, se dedica a la planificación de espacios públicos y a la estructuración de transporte, a través de la disposición y constitución de regiones, vecindarios, manzanas, o ciudades completas según sea el nivel con el que le corresponda trabajar. Su objetivo es lograr siempre una distribución del espacio que permita una mejor calidad de vida para todos a través de la planificación y las herramientas que la disciplina ha desarrollado a lo largo de su historia.
Si bien es cierto que el diseño urbano ha sido importante desde su nacimiento, la realidad es que durante los últimos años este ha cobrado una dimensión mucho más potente debido a los problemas que las grandes ciudades enfrentan con cada vez más frecuencia y amplitud en el desarrollo de la movilidad debido a sus altas densidades poblacionales. Con ello este se ha convertido en una las disciplinas centrales en lo que refiere a desarrollo de las ciudades.
Satisfacer las necesidades de los espacios con los cuales trabajan los diseñadores urbanos tiene un impacto que no radica únicamente en lo visual, sino que, a la vez, transforma la forma de vida y la interacción de los habitantes, bridándoles una mejor calidad de vida. Un gran ejemplo de ello es un nuevo parque público en Tultitlan, Estado de México, que estando ubicado dentro de una unidad habitacional brinda a sus habitantes un espacio de desarrollo humano sin tener que trasladarse lejos de su hogar.
Construir y ofrecer espacios públicos que permitan a los habitantes tener puntos de encuentro y de desarrollo social sano, tienen un efecto positivo que se materializa a través de la felicidad y calidad de vida de la ciudadanía; en este, el mobiliario urbano cobra una importancia vital para ofrecer los elementos que los habitantes de todos estos espacios necesitan en el desarrollo de la cotidianidad para convertirse entonces en habitantes de un mundo mucho más sostenible e incólume.