Cuando las grandes ciudades comenzaron a crecer exponencialmente, algunas de ellas no contaban con un plan de diseño urbano que permitiera prevenir y disminuir los problemas que en la actualidad les afectan; realidades como la contaminación y la falta de organización vial equitativa y sustentable hoy afectan gravemente a las grandes capitales del mundo, y debido a ello, estas han tenido que reconfigurar su planeación urbana para ofrecer a sus habitantes una mejor calidad de vida.
La apuesta por ciudades más humanas, con cada vez más y mejores espacios de uso público, ha comenzado a ser una realidad con la que han aparecido varios programas y proyectos de reconfiguración urbana como “Programa Superilles” en Barcelona, que, como su propia información lo describe, busca “Una ciudad en que las calles y las plazas sean lugares de encuentro y de juego, de intercambio cultural, económico y social. Una ciudad con el aire más limpio, espacios verdes y tráfico pacificado. Una ciudad que se mueva de manera más ordenada y más sostenible. Una ciudad en que las personas recuperen su sitio en el espacio público.”
La apuesta de este programa se concretiza a través de un concepto llamado supermanzanas; las supermanzanas son la suma de conjuntos de casas y espacios de calles que, bajo una cierta distribución, forman un cuadro urbano que busca más y mejores espacios públicos para el uso de la comunidad, así como también la priorización de movilidades sostenibles a través de la eliminación de la ocupación de las calles por automóviles privados, abriendo paso entonces a los peatones y ciclistas.
Bajo los objetivos de mejorar la habitabilidad del espacio público, aumentar y mejorar el verde urbano y la biodiversidad, el avance hacia una movilidad sustentable, y la promoción de la participación ciudadana, el programa Superilles comienza a ser una realidad en Barcelona con la replanificación urbana de supermanzanas como la de Sant Antoni, que ha logrado reducir hasta en un 82% el paso de vehículos y un aumento del 28% en el tránsito peatonal.
Superilles sigue vigente hoy en Barcelona haciendo espacios públicos con más y mejor mobiliario urbano que logra otorgar una forma de vida más humana y sustentable a todos aquellos que participan día con día de la vida pública de su comunidad llenando de vida las calles.